Dr. Raúl Flint - Médico Naturista

Medicina Naturista y Tratamientos Alternativos

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Prostatitis


Han sido varios los pedidos por este tema, así que como el anterior fue para las chicas éste será para los hombres.

La prostatitis es la inflamación más frecuente entre varones de mediana edad. Puede ser aguda o crónica. Y hay diversos medios de diagnóstico, algunos no demasiado confiables por su posible confusión con otras patologías. En el caso agudo puede haber dolor y ardor miccional y hasta retención forzada de orina. Fiebre alta y malestar general. Y en general reaccionan muy bien al tratamiento con ATB, que debe prolongarse por 6 a 8 semanas. Esto es patrimonio del especialista que puede a las dos semanas cambiar la medicación.

En el examen de orina puede encontrarse hematuria, como así también diversas bacterias, que deberán ser tratadas por el Especialista de acuerdo al ATB más adecuado (antibiograma). También suele estar aumentado el valor en plasma del PSA.

Cuando es crónica su comienzo es insidioso y presenta en general micción frecuente, urgencia miccional, ardor, uretritis, chorro miccional fino, goteo pos miccional, etc. y su duración es de algunos meses o más.

También se puede confundir con la uretritis (infección de la uretra o conducto que va de la vejiga al exterior), por Cándida, frecuente en la mujer y que se trasmite al hombre en el intercambio sexual. En esto casos es importante realizar una dieta alcalinizante ya que la Cándida que tiene un rol normal en la digestión de los azúcares se puede híper-desarrollar especialmente en ambientes ácidos. Para revertir esta acidosis Ver nuestra dieta o comer abundantes verduras que son la fuente principal de alcalinos. También se puede tomar clorofila u otro alcalinizante (sales de Calcio, magnesio, potasio, etc.) y evitar por supuesto los lácteos, cereales y azúcares en general, que terminan fermentando y produciendo ácido y alcohol. Y por supuesto la reinfección, si la pareja está infectada, que deberá seguir la misma dieta.

Hay exámenes como el tacto rectal, que en el caso de la prostatitis aguda no es muy recomendable, que también pueden orientarnos. Y exámenes menos frecuentes como Tomografía o RSM.

Hasta acá no hemos aportado demasiado al conocimiento convencional salvo el tema de la Cándida y la dieta alcalinizante.

Otro pequeño aporte, que también la medicina convencional conoce, es que he visto en varias oportunidades que pacientes con síntomas de Prostatitis en realidad tienen un carcinoma vesical. Y al no hacerse una endoscopia vesicoprostática puede pasar desapercibido perdiéndose tiempo, que en el carcinoma de vejiga es muy importante ya que tratado y con revisiones periódicas tiene una sobrevida que puede ser de varias décadas.

En cambio la prostatitis crónica no es tan fácil de curar como la aguda, y puede deberse a distintos factores como una prostatitis aguda mal curada, estrés que produce la contracción crónica del suelo pélvico, actividad sexual continuada que retiene la eyaculación y otras, una de ellas la más importante, es la que veremos enseguida.

La realidad es que la medicina convencional (a la cual siempre admiramos y respetamos), en los casos crónicos no tiene muy clara la causa ni tampoco como curarla. También se la denomina Síndrome de Dolor Pelviano Crónico (SDPC), pues además de la próstata afecta la zona supra púbica, el periné, la uretra, los testículos etc. Esto es útil desde el punto de vista diagnóstico pero no aporta a la terapéutica. Estos síntomas que pueden durar años afectan mucho la calidad de vida.

Muchos de los pacientes que consultan al médico presentan prostatitis no bacteriana y en muchos casos han seguido múltiples tratamientos. Su tratamiento suele ser tan decepcionante que he llegado a leer sobre el tema una frase (entre urólogos) cómica y trágica a la vez, que es: “Que el mejor tratamiento para la prostatitis crónica, es que la trate otro urólogo”.

Sin embargo y siempre en contacto con lo que prescribe el especialista se logra que la dolencia se cure a breve plazo agregando una simple dieta. En muchos casos que he tratado remiten todos los síntomas y se normalizan rápidamente los valores del PSA.

El “secreto” (que hemos difundido durante décadas) es que los intestinos, el delgado especialmente, tienen la función de regular primero su propio epitelio o tejido de revestimiento intestinal (decidiendo lo que el cuerpo absorbe y lo que no). Para la Medicina China (con 5 mil años de antigüedad) el intestino tiene como todos los órganos y entrañas (órganos huecos) una función que está globalizada en el organismo. Y por ende regula el tejido epitelial o de revestimiento tanto de la próstata (cosa que comprendo es inverosímil para muchos urólogos) como el de todos los órganos, tanto pélvicos o no. Lo que explica también la afectación del periné etc.

Es sabido que en la prostatitis a menudo hay también abundante descamado de las células epiteliales de los ductos prostáticos.

Hay que considerar que en la prostatitis hay otro epitelio prostático (membrana lipoepitelial) que también esta alterado.

Y también por el tacto rectal de la próstata se palpa en ciertos casos cambios en el epitelio que muestran que se ha vuelto granulomatoso.

Es decir los cambios epiteliales son evidentes, la teoría china es concluyente (por más que en occidente no la queramos aceptar), el interrogatorio (anamnesis) sobre la alimentación lo comprueba, y los resultados clínicos que he tenido durante años lo confirman. La causa fundamental de la prostatitis crónica es la mala alimentación. Y es mi parecer que la buena nutrición no se aprende en la facultad.

Sobre porqué el efecto de una mala dieta se produce en el epitelio de la próstata y no en otro epitelio como el pericardio por ejemplo, responde a la multiplicidad de factores que afectan a un ser humano. Por eso nos gusta repetir la frase: no existen enfermedades, sino enfermos. Y es necesario averiguar en el consultorio porque uno u otro epitelio está más comprometido.

Y si fuera en el pericardio, los cardiólogos cuyos pacientes presentan opresión en el pecho, palpitaciones, etc. y que comprueban por distintos medios que el corazón está bien, atribuirán fácilmente estos síntomas a lo psicológico, cosa que también es cierta. Pero no tendrán en cuenta la influencia del intestino que afecta, a través de la red de meridianos al pericardio por una mala alimentación. Por supuesto hablar de meridianos o de transito de energía por conductos sin existencia real anatómica es para la medicina occidental esoterismo. Pero para la medicina china son conceptos tan sólidos como lo son la existencia del fémur o la tibia.

Y vuelvo a reiterar que una buena alimentación no es necesariamente vegetariana. Pues se puede ser vegetariano y estar muy enfermo. Es de vital importancia la combinación de alimentos (ver tabla) y, que me perdonen las multinacionales, el consumo de lácteos y “alimentos” fabricados.

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